Durante la pandemia debida a la COVID-19 han fallecido miles de personas y se han inscrito en el Registro de la Propiedad 85.186 transmisiones de la propiedad de viviendas heredadas entre enero y mayo. Es la cifra más elevada desde que comenzaron a contabilizarse las transmisiones por herencia en 2007. En el despacho hemos tenido multitud de casos de este tipo en los que los herederos se plantean muchas dudas como: ¿Qué hago con la casa?, ¿La vendo, la alquilo?, ¿Qué es mejor? En este post vamos a hablar de las diferentes opciones.

¿Qué se puede hacer las viviendas heredadas?

Las viviendas heredadas pueden ser una fuente de ingresos si se gestionan bien o una fuente de problemas si no se conoce a fondo qué hacer con ellas. Básicamente tienes tres opciones:

• Alquilar. Antes de decidirte por el alquiler debes cotejar las características y la ubicación de la vivienda para ver si puedes obtener una rentabilidad. Analiza el estado con un técnico por si fuera necesaria alguna obra e infórmate del importe que se puede obtener por el alquiler mensual. En el momento de elegir al inquilino deberás hacer un análisis de la solvencia para verificar que te podrá pagar el alquiler, para ello, puedes pedir nóminas y declaraciones de impuestos. En el caso del alquiler deberás pagar los impuestos que correspondan por el beneficio que obtengas y asumir el pago del Impuesto sobre Bienes Inmuebles, de los gastos de comunidad (ordinarios y extraordinarios) y del mantenimiento de la casa relativo a la habitabilidad.

Otra opción es el alquiler vacacional si, por ejemplo, la vivienda se encuentra en un lugar turístico. En este caso deberás analizar la normativa aplicable en cada Comunidad Autónoma y verificar si son necesarios permisos o licencias.

Por otro lado, te convertirás en arrendador, por lo que se podría considerar que tienes un negocio patrimonial en cuyo caso deberás cumplir las obligaciones correspondientes.

• Vender. Si decides vender la vivienda heredada también deberás ver sus características y ubicación y consultar con una agencia inmobiliaria que te asesore sobre el precio. En este caso tendrás que valorar si invertir en rehabilitarla para venderla o venderla tal y como está. La venta es la opción más elegida cuando hay varios herederos porque es más fácil obtener el dinero y repartirlo que gestionar un alquiler entre todos. Si decides vender la vivienda ten en cuenta que deberás tributar en el IRPF por la ganancia patrimonial que obtengas además de la plusvalía al Ayuntamiento donde esté situado el bien. En este caso, deberás valorar la posibilidad de vender antes de que transcurra un año desde el momento en que heredaste, para que no tengas que pagar doble plusvalía (la de la herencia y la de la venta).
• Convertir la vivienda en tu domicilio. Otra opción es trasladarte a la vivienda heredada, para ello deberás inspeccionar el estado y valorar el coste de cambiar de casa (mantenimiento, mudanza, IBI etc.). Puede ocurrir también que haya varios herederos de la casa y tú quieras quedártela. En ese caso, puedes pactar con el resto de los herederos que te vendan su parte a cambio de un precio. Si lo haces en el momento de la adjudicación de herencia puedes compensar a los demás herederos con otros bienes si existen para no tener que desprenderte de dinero personal y ahorrar en todos los gastos tales como Notario, Registro, impuestos y transmisiones patrimoniales.

En cualquier caso, es aconsejable que la casa no se quede deshabitada mucho tiempo porque puedes correr el riesgo de una ocupación ilegal, en cuyo caso deberás gastar tiempo y dinero en desalojarlos.

En definitiva, la decisión sobre qué hacer con las viviendas heredadas dependen de muchos factores y es fundamental el asesoramiento de un abogado especializado en herencias para elegir la mejor opción y recibir un asesoramiento profesional relativo a la herencia y a la tributación de las diferentes opciones con la vivienda heredada.