Mis años de experiencia gestionando herencias, me han demostrado que muchas veces pensamos en las herencias como un regalo, pero la realidad es que “no es oro todo lo que reluce” y es necesario tener precauciones antes de aceptar una herencia y saber qué problemas pueden surgir.
Lo que a priori, puede parecer sencillo, se puede convertir en un problema importante.
Problemas más frecuentes a la hora de aceptar una herencia
A continuación te detallo los problemas más importantes que te puedes encontrar en el momento de aceptar una herencia:
- La existencia de deudas. Es bastante frecuente que la herencia tenga deudas, por ejemplo, una hipoteca derivada de un bien inmueble. Esas deudas pueden influir en la decisión de aceptar o no la herencia. Tal y como comentaba en un post anterior sobre el activo y pasivo de la herencia, el pasivo está compuesto tanto por deudas del fallecido, como por deudas de la herencia (gastos de entierro y funeral, honorarios del Notario etc.).
- El pago de impuestos. Debemos tener claro que una herencia no solo supone asumir el activo y el pasivo del fallecido sino que también habrá que pagar impuestos como el Impuesto de Sucesiones. En cualquier caso, este impuesto puede cambiar bastante de una comunidad autónoma a otra, de manera que hay lugares en los que es más caro heredar que en otros.
- La paralización de la herencia por no conocer dónde se encuentra un heredero. Para aceptar la herencia es necesario el consentimiento de todos los herederos y puede ocurrir que se desconozca dónde está uno de esos herederos.
- La aparición de un desacuerdo entre los herederos. La falta de acuerdo puede referirse a aspectos como el testamento de la persona que ha fallecido, el reparto que se ha hecho de los bienes o el valor que se le asigna a cada bien. Los problemas más habituales, en este sentido, suelen ser:
- Uno de los herederos considera que el testamento es nulo. Puede ocurrir que en el testamento se desherede a un hijo sin que exista justa causa.
- Cuando se reparten los bienes algún heredero no está de acuerdo.
- Aparece un heredero que no se conocía. Por ejemplo, un hijo del fallecido del que se desconocía la existencia por parte del resto de herederos.
- No se respetan las legítimas.
- El valor que se da a los bienes de la herencia es muy alto o muy bajo y perjudica a algún heredero.
- La desheredación de algún heredero forzoso. Puede ocurrir que el testador decida desheredar a un hijo. En estos casos la desheredación se debe realizar por alguna de las causas establecidas en la ley, entre las que destacan las siguientes:
- Haber negado alimentos al padre o ascendiente que le deshereda.
- Haber maltratado de obra o injuriado gravemente de palabra al fallecido.
- Haber atentado contra la vida del testador, sus ascendientes o descendientes.
- Haber utilizado violencia, amenaza o fraude para obligar al testador a hacer testamento o a modificarlo.
Si te han nombrado heredero y estás en alguno de los casos anteriores, es importante que solicites asesoramiento legal para solucionar el problema y que se pueda gestionar la herencia. Si necesitas ayuda, no dudes en llamarme.
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