Llega el verano y, sobre todo si hace poco tiempo que abriste tu negocio, te preguntarás si es rentable cerrar la empresa en verano o es mejor abrir aunque los ingresos se reduzcan.
Tras meses de esfuerzo y de superar muchos obstáculos durante el año, llega el momento de descansar y desconectar unos días. Tanto si trabajas solo en tu negocio como si tienes socios o trabajadores, te preguntarás si seguir o cerrar unos días.
Vamos a analizar tanto las ventajas de cerrar como de abrir, para que puedas valorar la mejor opción para tu empresa.
¿Qué tener en consideración antes de decidir?
Cerrar o no, es una decisión complicada, por lo que es importante considerar los siguientes aspectos:
- Ingresos durante el verano pasado. Analiza los ingresos que tuviste durante el verano pasado y calcula el coste de mantener abierto el negocio (alquiler, suministros, gastos de mantenimiento).
- Clientes que no se van de vacaciones. Pregunta a tus clientes si se marchan o no de vacaciones para saber si van a necesitar tus servicios o no.
- Lo que hace la competencia. Puede que tu negocio sea completamente estacional y en verano haya poco movimiento y que la competencia también cierre, tendrás que analizar esos aspectos.
- Organización para delegar tareas o contratar a una empresa externa. Si trabajas con un equipo, puedes valorar la delegación de tareas de forma que podáis turnaros para tener unos días de descanso.
Ventajas de cerrar en verano tu negocio
Entre las ventajas de cerrar por vacaciones podemos destacar las siguientes:
- Tanto tú como tus trabajadores, en el caso en que los tengas, podréis descansar y desconectar unos días del trabajo para volver con energías renovadas.
- En función de los costes fijos y variables de tu negocio, puede que hagas las cuentas y te resulte más económico cerrar que tener abierto el negocio para unos pocos clientes.
- Podrás tomarte ese tiempo para reflexionar sobre el nuevo “curso” que empieza y pensar en los objetivos que deseas alcanzar.
Ventanas de abrir en verano
Las ventajas de continuar con tu negocio activo en verano son las siguientes:
- No perderás ni un solo cliente. Esta es una de las mayores preocupaciones cuando pensamos en cerrar el negocio en verano ¿qué ocurre si un cliente nos deja? ¿y si un nuevo cliente no espera a nuestra vuelva y lo perdemos?
- Podrás captar algún cliente de la competencia. Si la competencia se marcha de vacaciones puede que sea una buena oportunidad para destacar y ofrecer un servicio excelente para atraer nuevos clientes.
- Evitarás que se acumulen los pedidos y los asuntos pendientes. Aunque en verano la actividad se reduce, seguirán surgiendo pedidos y temas del día a día, por lo que si abres en verano podrás dedicarles tiempo y evitar que se acumulen.
- Si te dedicas al sector del turismo es probable que debas abrir tu negocio. No tiene mucho sentido cerrar un restaurante o un hotel durante la temporada del año en la que más se factura.
Como ves, es una decisión que requiere pensar antes y que, probablemente, valorarás mejor a medida que el pase el tiempo y tu negocio se desarrolle.
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