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El fallecimiento de un ser querido puede ser un momento difícil y, en muchos casos, la ausencia de un testamento puede generar incertidumbre en cuanto al reparto de los bienes. En situaciones donde no existe un testamento, se recurre a las leyes de sucesión intestada para determinar la distribución de los activos del difunto. En las próximas líneas te cuento todo con más detalle.

¿Qué son las leyes de sucesión intestada?

Las leyes de sucesión intestada, también conocidas como leyes de herencia intestada o sucesión ab intestato, son normativas legales que determinan la distribución de los bienes y activos de una persona fallecida que no dejó por escrito un testamento válido o que dejó un testamento incompleto en relación con ciertos bienes. Básicamente, estas leyes establecen un orden de prioridad para la distribución de los bienes del difunto entre sus herederos legales.

Este orden de prioridad varía dependiendo de la jurisdicción y puede estar regulado por leyes estatales o provinciales, aunque, en general, las leyes de sucesión intestada siguen un patrón basado en la cercanía de parentesco con el fallecido. Por ejemplo, el cónyuge supérstite tiene derecho usufructuario sobre la herencia, seguido por los hijos, padres y otros familiares cercanos. Si el fallecido también denominado causante carece de descendientes o ascendientes, los bienes pueden pasar al Estado.

Aunque estas leyes proporcionan un marco legal para el reparto equitativo de los bienes de una persona fallecida, esta distribución está predeterminada y puede no reflejar necesariamente la voluntad real del difunto. Por esta razón, se hace vital redactar un testamento para expresar claramente los deseos del testador en cuanto a la disposición de sus bienes.

10 pasos a seguir para repartir una herencia sin testamento

1. Verificar la ausencia del testamento

Lo primero es asegurarse de que no existe un testamento válido. Es importante buscar en lugares seguros, como cajas de seguridad, archivos personales o con la ayuda de un abogado en Registros públicos, para confirmar que no hay un documento que indique la voluntad del fallecido.

2. Identificar a los herederos legales

En ausencia de un testamento, la ley establece quiénes son los herederos legales. Estos pueden ser cónyuges, hijos, padres u otros familiares directos. Es esencial determinar quiénes son los beneficiarios según las leyes de sucesión intestada del Estado donde residía el difunto.

3. Obtener un Certificado de Defunción

Este documento es esencial para iniciar el proceso legal de distribución de bienes. Obtener múltiples copias certificadas puede facilitar trámites bancarios, legales y otros procedimientos administrativos.

4. Evaluar y hacer un listado de los bienes del fallecido

Hacer un inventario detallado de los activos, propiedades, cuentas bancarias, inversiones, bienes inmuebles, joyas, vehículos, deudas y cualquier otro elemento que forme parte del patrimonio del difunto.

5. Contratar un abogado especializado

Un abogado especializado en sucesiones puede ser crucial para guiar a los herederos a través del proceso legal. Este profesional puede ayudar a interpretar las leyes de sucesión intestada, facilitar los trámites legales, representar los intereses de los beneficiarios, optimizar los recursos y ventajas fiscales para minorar el impacto fiscal sobre los bienes heredados y por ende a los herederos.

6. Iniciar el proceso legal

Presentar una petición ante el Tribunal correspondiente para iniciar el proceso de distribución de la herencia, sino ha sido posible aceptarlo de forma amistosa notarialmente o de forma privada cuando solo quedan determinados bienes como cuentas bancarias, fondos de inversión, en definitiva metálico. Esto implica seguir los procedimientos legales establecidos por la jurisdicción local para la sucesión intestada.

7. Liquidar deudas y gastos pendientes

Antes de la distribución de la herencia, es crucial liquidar las deudas pendientes, impuestos, gastos funerarios y cualquier otra obligación financiera del fallecido. De lo contrario, nos podrán impugnar el reparto y adjudicación de herencia realizado.

8. Distribuir los bienes de acuerdo a la ley

Los bienes se distribuirán conforme a las leyes estatales y/o autonómicas pertinentes. En ausencia de un testamento, se seguirá el orden establecido por la ley para designar a los herederos y determinar cómo se reparten los activos.

9. Registrar el cambio de titularidad de bienes inmuebles, muebles, cuentas bancarias y otros

Es importante realizar los trámites legales necesarios para transferir la propiedad de los bienes a los herederos. Esto puede incluir trámites de registro de propiedades, cambio de nombres en cuentas bancarias, entre otros.

10. Mantener la documentación y el registro detallado

Es esencial mantener un registro detallado de todas las transacciones, acuerdos legales, recibos, facturas y cualquier documentación relacionada con el proceso de distribución de la herencia.

En casos de herencias sin testamento, el proceso puede volverse más complejo si hablamos de herencias con matices internacionales ya sea por la ubicación de los bienes o de los herederos, debido a las leyes específicas de cada Estado y la diversidad de situaciones familiares. Buscar asesoramiento legal especializado puede ser fundamental para garantizar un reparto justo y legal de los bienes del difunto.

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